**... hazme volar con una mirada... **

domingo, 17 de enero de 2010

*Annelysse*

Los guardias nos pidieron que nos quedáramos un minuto apartadas para que el resto de las chicas con pases backstage “normales” pudieran disfrutas de un momento con los tokio. Bill me saludó ligeramente al pasar y me ruboricé, pero creo que nadie lo notó. Ellos estuvieron charlando con las chicas, pero, unos minutos, oí el nombre de Maya y todas nos giramos como resortes. Ella estaba allí, saludando a los chicos como si se conocieran de años, aunque en cierto modo era así. No fui la única que se fijó en cómo de íntima debía ser para tratarles como lo estaba haciendo. Tuvieron que pararla ellos, ya que empezaba a molestar al resto de fans. Ella hizo una mueca avergonzada y luego miró alrededor. Nos encontró y nos saludó. Se acercó un poco.

- ¡Hola! No sabía que teníais los pases dorados. Qué suerte. Bueno, no me puedo quedar mucho más. Oye, ¿me dais vuestro teléfono?

Iba a decir que no, pero, por suerte, mi hermana dijo que sí antes. No era lo más prudente, pero sí lo que más encajaba ahora. Intercambiamos teléfonos y ella dijo:

- Bueno, chicas, gracias por todo ¡Suerte!

- ¡Espera! – la detuve - ¿Cómo sabías lo del pase dorado?

- Ah, ¿eso? Lo mencionan de pasada en un par de entrevistas.

- ¡Es cierto! – exclamó Karina - Ahora que lo dices, recuerdo haberlo leído en alguna parte, pero creí que sería una broma o algo así.

- ¡Y lo dices ahora! – me quejo –

- Bueno, me acabo de acordar – se defendió –

- Okay, girls, me tengo que ir ¡Bye! – se despidió Maya –

- ¡Nos vemos! – contestamos todas a coro. Ella rió –

Se alejó rápidamente y tras unos minutos, las chicas empezaron a irse, algunas llorando, otras gritando, otras sin saber bien qué decir o hacer, otras desorientadas... De todo. Cuando Maya, que fue la última en irse, se terminó de despedir de ellos y se fue, los tokio se acercaron a nosotras.

- ¡Hola! – nos saludaron en inglés –

- Um, perdón – interrumpí – Todas hablamos alemán.

- ¿En serio? Guay – dijo Tom -

- Bueno, entonces hola, chicas – dijo Bill – Um... Creo que ustedes sí saben
nuestros nombres, pero nosotros no sabemos el suyo.

- Yo soy Karina.

- Y yo Janine.

- Belén.

- Annelysse.

- Sí, bueno, a ti sí te conocen, Ann – se burló mi hermana. Sonreí –

- Podéis llamarme Ann, Anny, Annyk... - sonreí al recordar el por qué de ese sobrenombre que me había puesto mi hermana, juntando mi diminutivo con la inicial del apellido de Bill - Como queráis. Hay gente que me llama así, otras me dicen Lyss, Lysse, Lisa... tengo muchos nombres. Todo depende de quién me llame o lo que me quiera decir... No tengo uno fijo.

- Ah, okay... ¿Ann estará bien?

- Por supuesto.

- Bien. Bueno, supongo que sabéis lo de la gira y todo eso...

- ¿Lo que ponía en el billete?

- Eh, si, eso.

- ¿Entonces es cierto? – intervino mi hermana –

- Claro – contestó Bill con naturalidad –

Todas nos miramos y tuve el típico impulso de empezar a saltar y cantar por todo el backstage como un bebé.

- Guau... Es de alucine – dijo Jan –

- ¿Verdad? – comenté –

- Yo aún no me lo creo... – dijo Karina –

- Ni yo – añadió mi sis – Es todo muy...

- ¡Increíble! – solté, y empecé a reír de puro nervio –

Al empezar a reír yo, a todas nos entró la risa tonta. Yo me calmé primero.

- Bueno, ya... ¡Ya! ¡Ya, chicas, por favor!

Todas pararon. Mi hermana, aún riendo un poquito, dijo:

- Eres cruel. Déjanos reír en paz.

A lo cual, Karina contestó con un golpe en la cabeza. Se encogió de hombros al sentir todas las miradas sobre ella.

- Eso sobraba. Cuando Ann tiene razón, tiene razón.

Ahora les tocó a los tokio reír.

- ¿Sois así de divertidas siempre?

- Generalmente – comentó Janine – Yo ya estoy harta de estas dos. Son hermanas y se llevan un año. Aunque se llevan bien, no paran de incordiarse la una a la otra.

- Ajá. Y yo soy la mayor- presumió mi hermana –

- Nosotras somos sus amigas – dijo Karina – Yo soy la mayor de las cuatro, Janine va después, luego Belén y finalmente, Ann.

- ¿Eres la menor? – me dijo Bill. Asentí con una sonrisa resignada – Hubiera jurado que eras de las más grandes.

- Es que es la más madura. Es como nuestra madre, siempre nos sienta la cabeza.

- Oye, que sé responder solita, Jan.

- Es cierto, sorry.

- ¿Cuántos años tenéis? – nos preguntó Gustav –

- Yo, diecisiete – contesté antes de que alguien lo hiciera por mi de nuevo – Mi hermana, dieciocho; Janine, diecinueve, y Karina, veinte.

- Vamos en escalera – comentó Jan. Yo asentí –

- Ah, okay, os lleváis un año cada una – dijo Bill -

- Sí

Nos quedamos un minuto en silencio, e iba a preguntar algo, pero Bill se me adelantó. En realidad, empezamos al mismo tiempo. Me sonrió.

- No, habla – le dije, sintiendo la sonrisa burlona de mis amigas y ruborizándome –

- Bueno, iba a hablaros de la gira... Debemos salir dentro de un rato y si vais a venir... Deberíais ir a hablar con vuestros padres y decírselo y eso... – su voz se fue apagando hasta finalizar la frase titubeante –

- Claro – afirmé rápidamente –

De pronto, todas sentimos es estómago hecho un nudo. Respiré hondo. Me tocaba hacerme cargo.

- De acuerdo, vamos a casa y volvemos...

- Venid aquí en unas... tres horas... hasta cuatro – miró de reojo a los demás chicos que asintieron – Pero no os retraséis más de cuatro horas, ¿vale?

- Vale, no hay problema.

- Otra cosa. No vayáis a pensar que es una broma y que nos iremos sin más o algo así, ¿vale?

- De eso me encargo yo – aseguré ¡Cómo para dejar escapar una oportunidad así! –

- De acuerdo, confiaremos en tu sentido de la responsabilidad – dijo Tom. No me quedó más remedio que reírme –

- Estaremos aquí cuanto antes – aseguré. Tiré de mis amigas un poco – Hola... Tierra llamando a mi hermana...

- ¿Qué, Ann? – dijo en tono brusco, lanzándome una mirada envenenada –

- Ahm... Esto, vamos, chicas – intervino Jan, que preveía pelea. Sonreí –

- Sí, vamos.

Nos despedimos brevemente de los chico y echamos a correr. Fuimos dejando a gente por el camino a mi casa y, como todas las madres me pedían explicaciones a mí, a la niña sensata, tardamos un poco, pero finalmente llegamos a casa. Cuando se lo dijimos a mis padres, se miraron entre ellos. En ese momento, todos los nervios del momento se me juntaron y me apoyé en mi hermana, mareada. Ella me abrazó un poco, tan nerviosa como yo. Mi padre frunció un poco el ceño y por un momento pensé que nos dirían que no. Esperamos, con el corazón en un puño, cada segundo parecía hacerse eterno...

**********************************************************************

Oh, zel, de verdad se parece a un cap tuyo? Cuál? Justo ahorita no recuerdo haber leído algo semejante, pero de verdad que las ideas que saque para este fic son solo mías sin influencias, eh? :D Por si acaso. xD
Gracias por leerme
Anny K.

2 comentarios:

  1. nnuh..!!!

    te creo of curse! uno que pienso publicar xD! en un futuroooo XD!

    no te me alarmes bombón <3 este cap es bastante original & eso me encanta :D! sólo se parece en que cantaré en un escenario pero.. ya verás :-)

    lub yu su much!

    ResponderEliminar
  2. A! A! A!

    uuhh ... Bill & ahh

    Bill... sí ahhh <3 Bill .... ahm!!!

    adoro esto!

    ResponderEliminar