**... hazme volar con una mirada... **

viernes, 20 de agosto de 2010

Capítulo 10: Sucesos extraños

*...Bill...*

Empezó a contar chistes de todos los tipos conocidos y por conocer. Me hizo reír a carcajadas durante un rato. A veces buscaba palabras y tenía que ayudarla, generalmente cuando eran jergas o palabras que tenían significados difíciles de pasar de idioma. A pesar de todo, fue divertido. Me gustaba verla reír y le brillaban los ojos oscuros. Estábamos completamente girados el uno hacia el otro. Un rato después, ella paró para tomar aire y miró de reojo a los demás. Volvió la vista rápidamente, lo que me dijo que alguno nos estaba mirando. Suspiré.

- ¿Quién es? – pregunté –

- Georg y Karina – susurró –

- En fin... Vamos a darles algo en qué pensar, ¿no?

Sonreí medio en broma y ella abrió la boca para responder pero no llegó a decir nada. Alcé nuestras manos, aún entrelazadas y pude oír una risita ahogada. Ann enrojeció de tal forma que temí que le diera un colapso o algo. Lentamente, liberé mi mano para poner un mechón de su pelo tras la oreja, ya que se le empezaba a aflojar la trenza. Luego le sonreí y ella me devolvió la sonrisa sin demasiadas dudas.

- Mira tus mejillas – murmuré – Están rojísimas

- Qué raro – me respondió en el mismo tono –

- ¿No te duele la cabeza? – pregunté, posando la palma de mis manos en su rostro. Sentí bajo mis dedos el calor –

- No. Generalmente cuando me ruborizo se me pasa rápido. Hoy debe ser uno de los días que más me está pasando.

- Hum... me pregunto por qué... – murmuré. Luego me incliné hacia su oído, tapándola de la mirada de Karina y Georg - ¿Es por ellos? ¿O es por mi culpa? No tienes más que decirlo y te dejo en paz.

- No te preocupes por mí – susurró –

- Ya, pero dímelo – insistí –

- La curiosidad mató al gato, Kaulitz, pero allá tú.

- Habla – dije –

- Es por ellos.

Fue apenas un susurro pronunciado con poco aliento. Casi pude notar cómo se le aceleraba el pulso. Sonreí y me aparté tras darle un beso en la mejilla. Su cara seguía roja como una fresa madura y me hizo reír un poco. Ella hizo una mueca y se echó hacia atrás en el asiento. La imité, mirándola de reojo y sonreí al ver que tenía las manos contra las mejillas. De pronto, se irguió y dijo:

- ¿Y mi hermana?

- Durmiendo – contesté tras girarme a verlo –

- Ah – frunció el ceño - ¿Está bien?

Me volví a girar y noté que tenía las mejillas húmedas.

- Está llorando – informé –

- Ajá – dijo con dulzura – Déjame pasar.

Me levanté deprisa y ella se levantó para arrodillarse y quitarle el I-pod. Lo miró un instante y luego lo apagó.

- Mira que eres tonta – susurró –

Se levantó y le dio un beso en la frente, sin fijarse en que la mirada de los otros seis estaba encima suyo. Yo tampoco dejé de mirarla. Era extraño, pero Belén dejó de llorar inmediatamente y cambió ligeramente de posición con un suspiro. Janine le preguntó algo en español y en voz baja y ella dijo, en susurros, sin darse cuenta de que yo estaba lo suficientemente cerca como para oírla:

- An deiner seite.

Karina y Janine menearon la cabeza y Ann se encogió de hombros y dijo:

- Dejadla en paz. Ya sabéis que siempre hace lo mismo.

- Sí, y a ti también, ¿no? – dijo Karina, riendo. Ann no se ruborizó esta vez –

- Bueno, no estaría mal – admitió tranquilamente – Pero, conociéndote, sé que no lo harás.

Karina y Janine se rieron y Georg me sonrió con malicia. Me encogí de hombros mientras me volvía a sentar. Durante unos minutos, nadie dijo nada. Entonces, Tom suspiró y se removió en el asiento. Miré a Ann y ella me estaba mirando. Hice una mueca un segundo y dije:

- Ann, ¿te importaría si le cambio el sitio a mi hermano? Me parece que se está aburriendo y seguro que está deseando conoceros a todas.

- Sí, claro – sonrió – Yo también quiero conoceros a todos, aunque ciertamente, no me has contado nada de ti. Sólo he hablado yo. La próxima vez te toca a ti.

- Claro – le devolví la sonrisa. Luego me puse serio – Oye, dale una oportunidad, ¿sí? Cuando le conoces es muy agradable.

- Claro, no te preocupes. Lo de antes no importa.

Sonreí y me giré hacia Tom.

- Pst, Tom, te cambio el sitio.

- ¿Qué? – me miró con las cejas alzadas –

- Sí, hombre tienes una cara de aburrido...

- Bueno ¿No le importa? – dijo mirando a Ann –

- No – sonreí – En un encanto.

- Qué bonito... – se burló – Anda, déjame un rato.

- Claro

Me levanté y dediqué una última sonrisa a Ann. Luego me senté en el asiento de Tom. Belén respiraba acompasadamente, aunque se removió ligeramente cuando la rocé al pasar. Cogí mi Ipod y lo encendí, dispuesto a descansar un rato.

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Indignantemente corto, lo sé, lo sé, lo sé...
Mátenme si quieren, pero dejen comentarios, okay??
prometo subir otro capi ahorita en cuanto termine de subir este, okay??
Besos, se cuidan
Anny K.

1 comentario:

  1. Pues sí, está cortito, pero mientras publiques pronto...

    Será que Tom va intentar conquistar a Ane?

    ajajá yo quiero ver (leer) eso :D

    Mis saludos Annelysse,

    ¡Publica pronto!

    XD

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