**... hazme volar con una mirada... **

miércoles, 7 de julio de 2010

Capítulo 7: ¿Alguna vez has estado enamorada... y no sabías de quién?

*…Annelysse…*

Se me paró el corazón cuando dijo eso, pero suspiré de alivio cuando acabó la frase


- ¿… y no sabías de quién?

- No, creo.

- Yo sí. Hay alguien... Sólo que aún no la conozco – se sonrió un poco y se encogió de hombros –

- Ah, ya.

- Seguramente estarás pensando que debo estar muy loco.

- No. Suena razonable.


Me miró, incrédulo y sonriente.


- ¿Eso crees?

- ¿Sinceramente? – alzo una ceja –

- Si, por favor.

- Me toman el pelo por ser demasiado romántica – admití –

- Ah, bueno, no pasa nada.

- No, eso dices tú. No sabes cómo puede llegar a ponerse mi hermana – me miró, escéptico - ¡No me enarques esa ceja! ¡Lo digo en serio!

- Lo siento, me resisto a creer que tu hermana es peor que Tom.


Solté la carcajada. Era de prever.


- Pues créetelo – advertí –

- Ya veremos. Aún no conoces a Tom.

- Aún no conoces a mi hermana – rebatí –


Me dedicó una sonrisa franca. Era fácil llevarse bien con Bill. Era un chaval sencillo. Entonces recordé algo.


- Bill, ¿puedo enseñarte una cosa?

- Sí, supongo.

- Pero prométeme algo.

- Eso depende.

- No me preguntes nada.

- ¿Cómo sé que luego podré cumplirlo?

- Bueno... ¿Confiando en mí? No pido mucho – reí –

- De acuerdo – sonrió – En ese caso, adelante.


Saqué mi I-phone del bolso y me conecté a Internet no sé ni cómo. Busqué en Youtube el video sin entrar como usuario y lo puse. Le pasé el móvil rápidamente y él parpadeó sorprendido al encontrarse algo tan simple como un video hecho por una fan. Me miró un segundo pero le hice una seña para que lo viera. Le pasé unos auriculares pequeñitos que conectó rápidamente. Pensé deliberadamente en no mostrar ninguna señal de nervios mientras observaba cómo veía el video. Ese video que yo había hecho. Ese video que yo había colgado. Ese video que tanta gente había comentado.

Me quedé absorta viendo mi propio video con Bill. Recordaba cada palabra como si la hubiera escrito hace un minuto. No podía oír la música, pero sabía cuál era. Recordaba cada momento como si hubiera sido hoy, hace un rato. Contuve las ganas de llorar. Miré las letras, en alemán tenían tanto sentido... Y parecían tan sosas en inglés. Recuerdo que mis amigas y mi sister me habían dicho que parecía que era alemana por lo bien que me expresaba con él por escrito y por oral. En ese momento, Bill me devolvió el móvil. Lucía preocupado.


- ¿Qué te pareció?

- No sé. No sabía que se pudiera amar tanto como el video dice ¿Lo has hecho tú?

- Por favor, dijimos que sin preguntas.

- Sólo esa, por favor.

- No. No puedo – rebatí. Me horrorizaba la idea de que supiera de quién era –

- ¿Por qué?

- Te lo he enseñado porque, tal y como dice el vídeo, era poco probable que tú sólo lo llegaras a ver. Y quería que supieras lo que algunas fans sienten por ti y no saben bien cómo expresar. Me pareció lindo y que expresaba bien todo eso. Eso es todo.

- No es cierto.

- No desesperes. Algún día te lo diré.

- ¿Y cuándo es eso?

- No lo sé – sonreí cansadamente – Eres persistente, ¿eh?

- Quiero saberlo.

- No te lo voy a decir ahora. La persona que lo hizo se sentiría mal si lo hiciera.

- ¿La conoces o eres tú?

- Es una amiga mía. Íntima. Y no es ninguna de ellas.

- Ah. Supongo que no me vas a decir de quién es en realidad.

- No, aún no

- A veces me cuesta seguir tu lógica. Dices que no, pero me das pistas, cuando te pregunto, no respondes, y cuando crees que parezco tenerlo, me dices que me lo dirás otro día. Eres muy extraña. No conocía a nadie como tú.

- ¿Eso crees?

- Sí, es... no sé, me gusta. A veces es entretenido

- Te... ¿gusta? ¿Qué sea rara?

- Bah, no es eso. Lo estás cogiendo mal. A lo que me refiero es que... Eres... interesante.

- ¿Porque me niego a decirte cosas?

- Eso hace que seas aún más interesante.

- Vaya, gracias. Nadie lo había enfocado así nunca. Me dicen que siempre quiero dármelas de interesante y que en realidad sólo soy un bicho raro.

- No, no es cierto. Sólo eres diferente a los demás. Sé cómo te sientes. Quiero decir, mírame, soy muy diferente, ¿no crees?

- Ja, es cierto – reí yo también – Ya tampoco conocía otro chico como tú.

- Y dudo que lo encuentres – negó sonriendo – Yo sí que soy raro.

- Bah, da igual. En el fondo todos somos raros, ¿no crees? Sino, todos seríamos iguales.

- Cierto – sonrió – A veces me canso, sin embargo.

- No me extraña. Los medios, las fans...

- No me refiero a eso.

- ¿A qué te refieres entonces?

- A todos los rumores sobre mí.

- Ah


Se hizo un silencio incómodo. Bill sonrió. Pero no fue una sonrisa feliz, sino triste y cansada. No soporto que la gente se sienta así. No soporto la resignación.


- Sé cómo te sientes. Pero lo estás llevando bien, ¿no?

- Hmp - se encogió de hombros –

- Que te critiquen todo lo que haces, cómo vistes, cómo te peinas, debe ser duro. Y la gente puede ser muy insistente.

- Dímelo a mí. No te haces una idea.

- ¿Qué te pasa, Bill? ¿Por qué te sientes tan mal? ¿Puedo ayudar?

- Yo no me siento mal – se extrañó –

- En ese caso, ¿por qué pusiste esa cara cuando dijiste lo de los rumores?

- ¿No es obvio? Porque no me gustan.

- Ah, bueno, pero... – me interrumpió, con un poco de rabia –

- Me saca de quicio que piensen que soy...

- ¿Homosexual? – completé –

- Entre otras cosas – asintió –

- Ya veo.

- ¿Era eso a lo que te referías? – me encogí de hombros y él sonrió - ¿Estás contenta ahora?

- Bill, Bill, para estar contenta pido poco – sonreí –

- ¿Ah, sí? ¿Y qué, si puede saberse?

- Tu voz, vuestra música, y estoy en el cielo aunque sea el infierno.


Se ruborizó y sonrió, entornando los ojos. Luego bajó la vista, aún sonriendo con emoción.


- Gracias – dijo entonces – Eso es muy bonito

- No hay nada que agradecer. Es lo que siento – me quedé callada un segundo, dudando. Finalmente pregunté – Bill, ¿puedo hacer una cosa... que siempre quise hacer?

- Supongo que sí – dijo con cautela – Mientras no sea una locura...


Vacilé un poco, pero me acerqué, le di un abrazo y susurré a su oído:


- Gracias


Me quedé así un instante, respirando suavemente su aroma. Olía muy bien, ligeramente a laca mezclada con jabón y una fragancia que no identifiqué sino como la fragancia natural de su piel. Luego me separé y aparté la vista, un poco avergonzada. Bill atrapó una de mis manos y buscó la otra. Alcé la vista para mirarle, sorprendida. Él sonrió.


- ¿Por qué? – preguntó simplemente –

- Por hacer que tu música pueda cambiarlo todo – susurré –

- ¿Tanto así? – me miró a los ojos, sorprendido y agradecido –

- N-no entiendo a qué te refieres.

- Quiero decir que si es tan... importante para ti nuestra música-

- Lo es todo – alcancé a decir, perdida en sus ojos –

- Vaya... Gracias a ti también.


Volvió a sonreír. No podía apartar la vista de sus ojos y sentí que me ruborizaba.


- Bueno, vale. Creo que si seguimos así me dará un colapso cerebral con tanta sangre en mi cabeza.


Rió con franqueza y complicidad y soltó mis manos, diría que demasiado despacio. Llevé el dorso a mis mejillas, intentando bajar el rubor, al menos un poco, sin conseguirlo. Me recliné en el asiento sin mirarle, porque sabía que él sí me estaría mirando. Sentía la cabeza embotada y un leve mareo me cosquilleaba en las sienes. Me picaban los labios de saber que habían rozado su oreja y me picaban las manos por poder rodear sus hombros de nuevo. Su olor no se me iba de la cabeza. Cerré los ojos y suspiré suavemente, sin que se notara. Cuando mis nervios se hubieron calmado un poco, me giré con auténtica curiosidad hacia los demás. Mi hermana estaba riendo y hablando con fluidez. Karina estaba mirando por la ventana y Georg la estaba mirando con atención. Janine charlaba tranquilamente con Gustav y, curiosamente, tenía una de manos entrelazada con la de él y sus dedos jugueteaban entre ellos distraídamente. Sonreí.


- ¿Qué pasa? – quiso saber Bill –

- Nada – contesté de inmediato – Quería saber qué hacían los demás.


Él asintió, satisfecho, pero no dejó de observarme. Generalmente no me gusta sentirme observada, pero si era Bill quien no dejaba de mirarme no me importaba. Luego recordé mi pequeño plan de enamorarlo y recapacité sobre todo lo que me había dicho. Quise morderme la lengua por ser tan bocazas. Decidí que no le daría más pistas durante un tiempo. Entonces, mi hermana me llamó en español:


- Psst, linda, mírame a Janine que se nos desmadra.

- Ya, ya la he visto – reí. De reojo pude ver que Karina también nos había oído y reía silenciosamente

- Se ven lindos, ¿no? – comenté –

- Adorables

- Como una parejita feliz – añadió Karina –


Todos reímos. Tom tiró de la mano de mi hermana para llamar su atención y sentí la de Bill sobre la mía y su voz que me llamaba. Me giré y dije, al tiempo que Belén:


- Dime


Bill sonrió al oír a mi sis decir lo mismo y dijo:


- ¿Qué pasa?

- Hum... No sé si decírtelo

- No diré nada

- Sé discreto – él asintió – Mira a Gustav y Janine


Se levantó un poco en el asiento y alargó el cuello, tratando de ver qué era lo que nos llamaba tanto la atención. Primero alzó las cejas, pero luego sonrió con picardía y se volvió a sentar.

- Qué monos – comentó en voz baja –

- En el fondo, estoy feliz por ella, pero le tengo cierta envidia. Nunca he conseguido caer tan bien a nadie, no como ella, que persona que conoce, persona a la que cae bien.


Bill sonrió un poco y miró mi mano, apoyada en el reposabrazos. Lentamente, dejó caer su mano sobre la mía.


- A mí me caes muy bien.


Fue como por acto reflejo. Levanté la vista y le vi mirándome. Me ruboricé. De nuevo. Él se rió.


- Mujer, te sonrojas por todo, ¿eh?

- Bueno, sí, ¿vale?


Eso era algo que me molestaba mucho. Intenté retirar la mano rápidamente y girarme para darle la espalda, pero él atrapó mi mano antes de que pudiera hacer nada.


- Lo siento, Ann. No te enfades – pidió, clavando sus orbes marrones en los míos - ¿vale? Era broma ¿Sabes? A mí también me pasa, y mucho.

- Ah, v-vale. No pasa nada, los siento, es que me enfado con mucha rapidez. Luego se me pasa igual de rápido. Tal vez por eso es que no caigo tan bien a la gente – dije, sin poder dejar de mirarle a los ojos –
- No es cierto. A mí me sigues cayendo muy bien.


Volvió a reír suavemente y yo esbocé una sonrisa. Entonces, él se giró hacia un lado y sonrió. Señaló con la cabeza hacia mi hermana y Tom. Eché un vistazo y me quedé boquiabierta. Le frente de mi hermana reposaba en la frente de Tom. No podía verles la cara, pero en seguida noté que algo iba mal.

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Hola, estoy de vuelta!!
Ya sé, me tardé un poquito, pero... prometo que voy a volver a subir pronto. Debo decir que llevo ya como diecisiete capítulos escritos, la imaginación cada vez me sorprende más y... ¡Estoy happy!
Y, pues nada, les dejo ya, espero que hayan disfrutado del cap, comenten... Todo eso
Besos, cuidense
Annelysse K.

3 comentarios:

  1. Jellou! Annelysee

    Tengo varias dudas que a continuación te dejo:

    >¿Qué es sosa? Mira que lo busqué en el “Diccionario de la Real Academia Española” (alias DRAE, XD) y me apareció esto:
    sosa. (Del cat. sosa). f. barrilla (ǁ planta). || 2. Cenizas de esta planta. || 3. Quím. Hidróxido sódico, muy cáustico. (NaOH).
    Y pues yo pienso que no es eso a lo que te refieres en el texto, en eso de “Miré las letras, en alemán tenían tanto sentido... Y parecían tan sosas en inglés.”

    >Y ¿qué es hmp? ¿O es la referencia al sonido que hace mi adorado Bill?

    Y pues bien dijo Margaret Mead “Recuerda siempre que eres único, exactamente igual que los demás”.

    ¡Ahh! ¡Yo también quiero abrazar a Bill!

    ¡Hey! Annelysse, ¿porqué subiste tan pronto? Es que ósea, yo dije, jajá, ya la voy a alcanzar, y que ¡zaz! que me meto al blogger y me aparece tu actualización. Pero ya verás, que pronto te alcanzaré >:D Jajaja.

    Bueno me despido, saludos.

    Auf Wiedersehen! Bis zu bald

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  2. Bueno, hola Annelysse, sí, soy yo de nuevo xD.

    Y pues respecto a mis dudas pues sí entendí tus explicaciones, solo que en lo de Hmp, ¿me creeras que tuve que hacer el sonido como explicastes para entenderle? Sí ya sé, estoy loca pero de buena manera :) jijiji.

    Y pues querida mía muy pronto sabrás el maléfico plan de Tom, jajaja okey no.

    Y sí, a mi también me sacó de onda la frase de Margaret Mead cuando la leí por primera vez, ya después que la leí por segunda vez fue que le entendí.

    Saludos, que tengas unas lindas vacaciones ;)

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  3. Muahahaha xD

    Annelysse, ¡ya te rebasé!

    ¿cuándo publicarás?

    te cuidas :)

    Mis saludos

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